sábado, 15 de marzo de 2008

No la pongo mas

[ES MUY IMPORTANTE QUE ESTO NO SEA LEIDO]
Hace poco escuche que una de mis frases mas usadas es el clasico "no la pongo mas" pero voy a remontarme al pricipio de este cliche. No es el unico, esta rodeado de un monton de "no la pondre pero al menos tengo un buen rodado", "tengo guita para ir de putas, pero prefiero hacer las cosas de la forma dificil", "me gustan muchos las minas y muy poco su psicologia", "Lita de Lazari se saca los dientes y petea como la mejor" y muchas otras. Pero la mas corta, que resume todo, concisa, vehemente, terminante, es una sola "no la pongo mas", recitada siempre con igual credibilidad, la ejecucion es simple, pero utilizada en el momento oportuno es un suspiro de la verdad, esa verdad que a veces uno patea o intenta olvidar. Si no pensara tanto en el tema ni lo posteara en un blog seguramente ya se me habria dado. Pero vengo con un cuentito con mensaje, tiene ciertos paralelismos con la fabula de la cigarra y la hormiga, o la hormiga y el faso (el cicgarro). Ahi va.
Fabula de la prostituta y la flor.
Erase una vez un muchacho que no la ponia ni en sus propias poluciones nocturnas, este sujeto resulta que estaba obsecionado, tenia unas ganas de mojar la chaucha con la mangera roja que le dolian los testiculos, pero no queria someterse a los castigos inhumanos que su deseo presagiaba. Todos le decian "¿Cuando me vas a traer una mina como esa?" o "mucho hablar de la vieja pero tenes que ponerla" o cosas similares. La cuestion es que conocia a otros individuos en un estado similar que siempre planeaban ir de mujerzuelas (mujeres en miniatura a las cuales poder someter bajo la amenaza de pisarlas y dejarlas reventadas debajo de la suela del zapato, o mejor dicho, de la zuela, por eso mujer-zuela, o quiza porque derive del latin de la palabra puta, no se) pero siempre a ultimo momento desistian, el protagonista de esta fabula no estaba a favor de la prositucion para solucionar su problema fisiologico, pero si apoyaba la desicion de los otros, un dia cuando parecia que iban a echarse atras nuevamente el sujeto insistio para que sus compañeros, que de todas formas iban a ir ese viernes, vayan y no pierdan mas el tiempo. Acelerando esta antiquisima fabula, aproximandonos al desenlace, los muchachos fueron al trolerio, la pusieron, pagaron mas de 200 pesos por media hora en la que no tuvieron oportunidad de hacer marrones ni acabar entre ceja y ceja, pero aun asi todos sabemos que el personaje primario pagaria 300 pesos por una ensartada segura, pero no lo hace por orgullo, la puta sin dignidad, se pone pretenciosa y no entrega, solo alquila la pochola, los amigos que fueron al puterio la pasaron bien, aunque salieron secos (en todos sentidos) y seguramente volverian a ir si tuviesen oportunidad, cosa que nunca se supo jamas en que quedo, todos ganaron menos el que no la puso que cuya historia nadie conoce en la actualidad y nadie se anima a recordar. ¿Que tiene que ver una puta con una flor? La verdad es que no tengo la mas putisima idea.
La moraleja de esta historia es que a veces uno tiene que olvidar su dignidad o seguir el instinto de los demas, otra posible interpretacion logica de este simpatico cuento es "hace lo que digo y no lo que hago". Habla del respeto de las desiciones ajenas y que uno a veces puede equivocarse, pero no hay problemas mientras todos salgan beneficiados en algun punto.
Espero que les haya gustado la fabula, data de periodos no determinados de la historia.

Hay algo que personalmente rescato de todo esto y es que "no la pongo mas"
Hasta pronto. Fede.

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